jueves, 1 de marzo de 2012

758km

¿Y qué hago ahora? Lo he dado todo por perdido, he llorado hasta que se me han secado las lagrimas, he pensado en que no podría volver a sentirme bien con nadie y de repente apareces tú. Decides estar en el sitio adecuado en el momento adecuado y, solo con eso, le das la vuelta a mi vida. Has conseguido que lo primero que haga cada mañana sea sonreír al acordarme de todas las tonterías que dijimos las noches anterior, o pensando en lo bonito que fue tu mensaje de buenas noches.
Todo esto me ha llegado por sorpresa. Yo no esperaba enamorarme de alguien a quien conocí en una discoteca. No pensaba enamorarme de alguien que vive a 758 kilómetros de mi casa. Nunca he creído en las relaciones a distancia, nunca hasta ahora.
Has girado mi mundo, y me he dado cuenta que así me gusta mucho más, pero ahora tengo miedo porque dicen que lo bueno siempre acaba, y yo no quiero que esto acabe nunca. Me da pánico pensar en que la distancia y el tiempo que pasamos sin vernos pueda acabar con nosotros, o que te puedas cansar de esperarme, pero pienso luchar por ti hasta que me quede sin fuerzas. Voy a luchar por nosotros porque sé que tu vas a hacer lo mismo. Porque sé que me quieres casi tanto como te quiero yo a ti, y con eso es más que suficiente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario