domingo, 30 de octubre de 2011

Lo admito.

Me encantaría volver a sentir que alguien mi quiere, o por lo menos que gusto. Echo de menos sentir que me acarician, unos labios rozando los míos, el olor de perfume de hombre pegado en mi ropa.
Echo de menos los mensages que desean buenos días y también los de buenas noches.
Tengo ganas de reír, de esas bromas que solo entienden 2 personas.
Echo muchísimo de menos el tonteo del principio y la complicidad del final... 
Me encantaría volver a sentir el cosquilleo del enamoramiento, las sonrisas tontas y las mejillas sonrojadas.
Quiero volver a vivir eso, pero soy demasiado exigente...

...

Es como tapar una herida de bala con una tirita.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Promesas.

Uno paso. Dos pasos. Tres pasos. Para. Da media vuelta. Mira alrededor. ¿Este cuadro lo hemos visto en clase de arte? Sí, el viernes pasado... Media vuelta. Un paso. Dos pasos. Tres pasos. Cuatro pasos. No soy capaz de hacerlo...

-Va, entra, que tampoco está tan desordenada.

Esa sonrisa que me vuelve loco... Si sigue haciendo esto no me voy a poder contener...Ese poster lo vi en la ROCKZONE hace dos meses, ese disco lo tengo, ese libro me lo han dejado... ¿Perdona, puedes parar de ser tan perfecta? Gracias.

-¿Por donde empezamos? He estado buscando en internet información sobre el tema y solo he encontrado un par de noticias del periódico local, pero si quiere podemos ir al ayuntamiento y preguntar.

-No puedo.

-¿No puedes ir al ayuntamiento?

-No me refiero a eso. No puedo estar más tiempo así.

-¿Que pasa? ¿Estas bien?

-No, no estoy bien. Llevo 11 meses enamorado de ti, y no soporto más estar en la misma habitación que tu y no poder tocarte ni besarte, ni decirte cuanto te quiero.

Un paso, dos pasos... Unos ojos verdes que se encuentran con otros azules. Una mano en la mejilla.

-Si me dices que me vaya lo haré.

-Quédate, pero prométeme que me abrazaras en esos momentos extraños en los que solo me apetece llorar o matar a alguien. Prométeme que cada día me mirarás con esos mismos ojos, con esa luz que brilla en ellos. Prométeme que te quedarás hasta el final... Prométeme que eres tú.

Unos labios tiernos. Unas manos tan suaves como la seda, que acarician lo ansiado. Esa felicidad que no se apagará nunca... o puede que sí.

martes, 25 de octubre de 2011

Soledad.

¿Desde cuando estás aquí? Hace un tiempo que notaba algo extraño, pero no creía que esto fuese a pasar. ¿Cinco meses no han sido suficientes? ¿Ha tenido que pasar esto? Siempre había pensado que eras una ilusión, algo que la gente se inventaba para justificar algún tipo de locura transitoria. Si quieres que te diga la verdad... me decepciona un poco verte aquí. Pensé que era más fuerte que esto.
No te quiero engañar, me he rodeado de gente para evitarte...

No te ha funcionado por lo que se ve.

No, parece ser que no. ¿Piensas quedarte mucho tiempo? Lo digo para ir haciendote sitio en mi armario...

No te hagas la graciosa conmigo, ya saber que estaré aquí el tiempo que "tú" me quieras tener.

Yo no te quiero aquí. Coge la puerta y vete. Recoge todas esas chorradas que me has dado durante este tiempo y lárgate de aquí. Y ni se te ocurra volver.
Llévate la piel del color del papel, las ojeras purpuras y la sangre en los nudillos.

Si no me quieres aquí... ¿por qué me has provocado?


¿Seguro?

-¿Qué es lo que quieres?

-Salir de aquí, ir a un lugar donde pueda ser yo y encontrar mi sitio. Quiero tenerlo todo ordenado en cajones pequeños, y también poder disfrutar de la variedad. Lo quiero todo, pero cada cosa en su sitio. O tenerlo todo desordenado. No quiero un punto intermedio. No existen los puntos intermedios.

-Mientes, todo lo que has dicho es mentira.

-No te atrevas a llamarme mentiroso.

-Oh, sabes que estás mintiendo. Lo estás haciendo ahora mismo, y estás intentando engañar a la única persona a la que NUNCA podrás engañar.

-No pienses que me conoces tan bien.

-Sabes tan bien como yo que te conozco más que mucha gente con la que has compartido muchísimos más momentos.Pero no hablo de mi, sino de ti.

-No lo entiendo...

-Sigues mintiendo.

-Todo esto es una perdida de tiempo, ahora podría estar haciendo cosas mucho más productivas.

-Y, sin embargo, sigues aquí. Plantado delante de mí y dispuesto a defender tu honor de caballero libre.

-Tengo curiosidad, quiero saber que es lo que te hace burlarte de mi opinión y dudar de mis palabras.

-Otra mentira. Lo que realmente te retiene aquí es la necesidad. Necesidad de que alguien te diga esa verdad que ya conoces y no eres capaz de afrontar.

- ¿Cual es esa verdad?

-Que mientes. No has parado de mentirte a ti mismo desde hace meses, y solo has conseguido eso: engañarte a ti. El resto sabe que no eres así, que te duele y la mejor manera de curar es tapando la herida con mucho maquillaje. Pero eso se acabó. es hora de que vuelva ese chico sensible de ideas claras y de sonrisa brillante, tiene que volver tu "yo" verdadero, y esta no es la manera de hacerlo.  Sabes que es lo que te hace sentir bien u lo que te ayuda a levantarte cada mañana. Consigue volver a ser tú y el dolor acabará. Saca la bala que tu mismo te disparaste, seguro que ella está dispuesta a curar la herida.

lunes, 24 de octubre de 2011

Sabor a lluvia.

¿Que se supone que tengo que hacer cuando en lo único que pienso eres tú? Creo que ya no hay salvación. Por un momento pensé que por fin me habría librado, pero vuelves a aparecer con tus comentarios ingeniosos y tu filosofía exterminadora. Vuelve a caerme ese vaso de agua helada. ¡DÉJAME JODER! ¿Es que no ves que si sigues haciéndome esto no voy a poder parar? Por lo que parece sigo siendo la idiota que no se resiste a tu sonrisa, esa misma idiota que aguanta tus cambios de humor y tus conveniencias, esa que dijo que se había acabado pero que sigue viendo tus fotos a escondidas... Te llevaste mi fuerza contigo, devuélvemela junto con mis sonrisa.
Ellas te odian, yo nunca podre dejar de quererte.

Experientia docet

Se supone que ya debería haberme acostumbrado a esto, hay cosas que ya no deberían doler tanto... ¿El tiempo todo lo cura? Já, me río yo de esa frase.
Es irónico que cada día se me haga más difícil dejar de quererte, pero también hay que decir que creo que ya no te quiero más. Me he quedado en un punto intermedio, no puedo avanzar pero tampoco puedo escapar.
Y no puedo decir que sea por tu culpa, soy yo la que sigue esperando a que me dejes quererte. Yo, la tonta que te sonríe  y ríe tus gracias, y también la tonta que se calla cuando tienes un mal día o simplemente te apetece estar borde con alguien. Quiero que sepas que me avergüenzo de ser esa tonta, porque yo nunca he sido así y, según dicen, no te lo mereces.
He perdido batallas contra mi alma, siempre ha ganado la chica enamorada y la inteligencia ha tenido que callar y esperar sentada hasta la próxima oportunidad.
Tranquilo, yo tampoco me entiendo.