miércoles, 26 de octubre de 2011

Promesas.

Uno paso. Dos pasos. Tres pasos. Para. Da media vuelta. Mira alrededor. ¿Este cuadro lo hemos visto en clase de arte? Sí, el viernes pasado... Media vuelta. Un paso. Dos pasos. Tres pasos. Cuatro pasos. No soy capaz de hacerlo...

-Va, entra, que tampoco está tan desordenada.

Esa sonrisa que me vuelve loco... Si sigue haciendo esto no me voy a poder contener...Ese poster lo vi en la ROCKZONE hace dos meses, ese disco lo tengo, ese libro me lo han dejado... ¿Perdona, puedes parar de ser tan perfecta? Gracias.

-¿Por donde empezamos? He estado buscando en internet información sobre el tema y solo he encontrado un par de noticias del periódico local, pero si quiere podemos ir al ayuntamiento y preguntar.

-No puedo.

-¿No puedes ir al ayuntamiento?

-No me refiero a eso. No puedo estar más tiempo así.

-¿Que pasa? ¿Estas bien?

-No, no estoy bien. Llevo 11 meses enamorado de ti, y no soporto más estar en la misma habitación que tu y no poder tocarte ni besarte, ni decirte cuanto te quiero.

Un paso, dos pasos... Unos ojos verdes que se encuentran con otros azules. Una mano en la mejilla.

-Si me dices que me vaya lo haré.

-Quédate, pero prométeme que me abrazaras en esos momentos extraños en los que solo me apetece llorar o matar a alguien. Prométeme que cada día me mirarás con esos mismos ojos, con esa luz que brilla en ellos. Prométeme que te quedarás hasta el final... Prométeme que eres tú.

Unos labios tiernos. Unas manos tan suaves como la seda, que acarician lo ansiado. Esa felicidad que no se apagará nunca... o puede que sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario