-¿Qué es lo que quieres?
-Salir de aquí, ir a un lugar donde pueda ser yo y encontrar mi sitio. Quiero tenerlo todo ordenado en cajones pequeños, y también poder disfrutar de la variedad. Lo quiero todo, pero cada cosa en su sitio. O tenerlo todo desordenado. No quiero un punto intermedio. No existen los puntos intermedios.
-Mientes, todo lo que has dicho es mentira.
-No te atrevas a llamarme mentiroso.
-Oh, sabes que estás mintiendo. Lo estás haciendo ahora mismo, y estás intentando engañar a la única persona a la que NUNCA podrás engañar.
-No pienses que me conoces tan bien.
-Sabes tan bien como yo que te conozco más que mucha gente con la que has compartido muchísimos más momentos.Pero no hablo de mi, sino de ti.
-No lo entiendo...
-Sigues mintiendo.
-Todo esto es una perdida de tiempo, ahora podría estar haciendo cosas mucho más productivas.
-Y, sin embargo, sigues aquí. Plantado delante de mí y dispuesto a defender tu honor de caballero libre.
-Tengo curiosidad, quiero saber que es lo que te hace burlarte de mi opinión y dudar de mis palabras.
-Otra mentira. Lo que realmente te retiene aquí es la necesidad. Necesidad de que alguien te diga esa verdad que ya conoces y no eres capaz de afrontar.
- ¿Cual es esa verdad?
-Que mientes. No has parado de mentirte a ti mismo desde hace meses, y solo has conseguido eso: engañarte a ti. El resto sabe que no eres así, que te duele y la mejor manera de curar es tapando la herida con mucho maquillaje. Pero eso se acabó. es hora de que vuelva ese chico sensible de ideas claras y de sonrisa brillante, tiene que volver tu "yo" verdadero, y esta no es la manera de hacerlo. Sabes que es lo que te hace sentir bien u lo que te ayuda a levantarte cada mañana. Consigue volver a ser tú y el dolor acabará. Saca la bala que tu mismo te disparaste, seguro que ella está dispuesta a curar la herida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario